"Cada uno es dueño de su silencio y prisionero de sus palabras"

sábado, 31 de diciembre de 2011

Antes del Fin...

Antes del fin... quisiera expresar algunas palabras, secretos a voces que, tal vez para muchos, permanecieron en penumbras durante largo tiempo, esperando el momento oportuno para vencer las cadenas y  dejar atrás los rótulos que las mantuvieron cautivas. Palabras que dejaron de ser mías por elección, tal vez por miedo, tal vez por vergüenza. Palabras que no fueron más que retoños de sentimientos que preferí ocultar, también por elección, tal vez por las mismas razones.

Antes del fin... tal vez sea bueno volver al origen, y si de origen hablamos, nada más acertado que el retorno a ésta oscura habitación, lugar que se mantiene inmaculado a pesar del avasallante paso del tiempo, lugar que invita siempre a la reflexión y al encuentro, que tanto pánico me genera. Lugar que ha cambiado mucho y a su vez tan poco, siempre dispuesto a recibirme cuando más lo necesité; que siempre me cobijó y me sacó a flote, que me vio crecer y que me vio morir, para luego verme, nuevamente, nacer.

Al borde del abismo, con el arribo del nuevo año, solo puedo mirar hacia atrás y tratar de aprender y aprehender de aquellas cosas por las cuales he transitado. No ha sido un año fácil, cargado de matices que me han permitido observar, y observarme, descubrir y descubrirme, juzgarme, golpearme y hacerme reír otra vez.

Hoy debo agradecer por los cambios, los viejos escenarios que uno deja atrás y los nuevos desafíos, que siempre terminan quitándole a uno el aliento.

Por las metas, los objetivos alcanzados e inclusive aquellos que nunca pudieron ser, pero que propiciaron el cambio.

Por los ladrillos sobre la espalda y por la brisa de la noche que te golpea la cara mientras el resto de la ciudad parece dormir.

Por los amigos, las sonrisas, los consejos, los abrazos, los te quiero y las charlas al fondo del bar.

Por los que se fueron, que siguen acompañando.

Por los almuerzos en la rambla... por un faro, por un amigo.

Por la familia... por mi sobrino.

Por los hobbies que se volvieron pasión, por los que dejaron de serlo.

Por las noches en velo, por los ríos de tinta que corrieron en ellas.

Por el reencuentro conmigo, por lo que cuesta.

Por los errores, los notorios y los que nadie puede ver.

Por los grises, las charlas de Martes en la tarde y los claros amaneceres de miércoles.

Por quienes los notan y nos lo hacen saber... por quienes me retan por no lograrlo, por quienes me motivan a seguirlo intentando.

Por el tiempo: el tiempo que uno disfruta, el que se marchita y el que se desaprovecha.. porque es el único activo que jamas se recupera.

Por la auto crítica, siempre en construcción.

Por el optimismo desmedido, y la pena implícita de cada fracaso.

Por los miedos que enseñan a ver, por las alegrías que permiten disfrutar, por el mosaico.

Por intentarlo, por caer y por volver a levantarse.

Por las máscaras que se desprenden, los nombres que se recuperan y por las fases que uno va dejando atrás.

Por una rosa blanca....

Por quienes me quitaron la sonrisa, y por quienes, simplemente, me la robaron.

Por las cosas que nunca cambian, y por aquellas que sí lo hacen.

Por la esperanza.. y por los nervios en la panza

Por una calle en Punta del Diablo...

Por el futuro que invita, por el pasado que enseña...

Por las charlas... y por los silencios que nunca fueron incómodos.
 
Por las lágrimas.. las de alegría y las que no lo fueron tanto.

Por quien me esta leyendo, por quien no lo hace y quien no lo hará jamás.

Por vos, que me enseñaste a salir de la más inhóspita soledad del anonimato

Por todos.. no tengo nada más para regalar que una sonrisa, la alegría y las gracias, siempre las gracias. Si hay algo que me han enseñado, siempre, es pedir perdón y a dar las gracias, sin dejar de tener presente que no he sido el mejor de los alumnos para llevar a cabo esta dura tarea, pero si hay algo en que puedo regocijarme, es que al menos lo intenté, y lo seguiré intentando.

"De aquí en adelante, lo pasado es prólogo, siendo mi vida entera, hasta éste minuto, el primer capitulo de aquello que esta por venir..." dijo un ya lejano Fabian, que hoy me brinda el cálido abrazo que acarrea la nostalgia implícita de toda despedida. A vos solo me resta darte las gracias, y como siempre... nos vemos a la vuelta.

Feliz año! ... y que el próximo nos encuentre aún más unidos.