tag:blogger.com,1999:blog-55603500255761792912024-03-19T10:15:22.990-07:00Sentir Urbano...Eduardohttp://www.blogger.com/profile/07268834109358075236noreply@blogger.comBlogger8125tag:blogger.com,1999:blog-5560350025576179291.post-55224501030187712072013-06-13T06:48:00.000-07:002013-06-13T07:05:39.509-07:00Decisiones<div style="text-align: justify;">
Decidir es…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decidir es conocerse, y muchas otras tantas, olvidarse. Es entrecerrar los ojos para ver un poco más
allá, un poco paradójico, debería agregar aquí. Es acompañarse o simplemente
dejarse llevar; es ese pequeño espacio que queda entre los brazos y el pecho.
Es soledad y es compañía. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decidir es un ticket de ida que muchas veces no incluye
vuelta; no importa el valor del ticket y muchos menos las paradas. Tampoco cuentan
los desvíos… o sí; otras tantas solo cuenta el destino…. o no. A veces también
incluye la vuelta… aunque abierto, sin horario y sin asiento. El equipaje es lo que uno lleve consigo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decidir, muchas veces, también es contar una historia donde
las palabras son prólogo, donde el lápiz garabatea desde el infantil dibujo
hasta la más compleja de las analogías. Es también la tapa; las dedicatorias
que hacemos, el índice y hasta el cajón donde muere… o la vidriera donde vive.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El decidir también es optar por la película repetida o la
obra que aún no viste, es quien te acompaña, quien se ríe, quien llora, quien
comenta y quien calla. Es hacer silencio y es gritar, aunque el resto de los
espectadores lo consideren inapropiado. Es mirar con ojos abiertos, es ser
valiente, es tener miedo y es estar decidido, aunque las mariposas en la panza
te hagan creer lo contrario.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decidir es un lugar ocupado por uno mismo, y solo por uno, aunque
el ambiente quiera demostrarte otra cosa. Puede ser solitario, y puede ser
vacío… por no deja de ser de uno. Es animarse,
es acarrear, es guardar y es soltar…. y todo a la vez. Es sacudirse y quitarse
el frío, es también el calor del encuentro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es atreverse, es dar un paso
o simplemente quedarse en el lugar. Es saber ganar y también
saber
perder. Es intentar, es dejar pasar, es rendirse, es sentarse y también
es
volver a levantarse. Es fundirse en el otro y es fundirse con uno mismo.
Es compromiso,
es convicción, es vértigo. Es energía, es noche y es sueño. Son 5
minutos de vergonzosa valentía... a veces no son tanto. Es hacerse
cargo, es hacerse grande.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decidir “es”… quien decidió probarlo, lo sabe</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/yTCDVfMz15M?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
Eduardohttp://www.blogger.com/profile/07268834109358075236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5560350025576179291.post-87250122076675648612013-04-01T12:40:00.000-07:002013-04-01T12:41:07.182-07:00- Sin Título -<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Rodeada por una densa oscuridad que invadía su habitación, Paula abrió violentamente sus ojos. No podía diferenciar si ese súbito despertar se debía a la estridente tormenta que azotaba su viejo edificio en medio de la inerte ciudad o si simplemente se trataba de aquella pesadilla recurrente que, noche tras noche, le desbordaba el alma.<br /><br />Podía sentir el sudor frío sobre su espalda inmóvil, regalo de un cuerpo asustado que parecía haber olvidado el transitar de ese pesado invierno. No era capaz de recordar ni los atardeceres del anterior verano, ni las suaves brisas del otoño que colaban hojas por la ventana, solo chirridos, estremecedores sonidos y recortes entintados de papel colmados de angustia, como único atisbo de aquella repetitiva pesadilla, que entre despertar y despertar, parecía dejar marcadas en su piel.<br /><br />Paula se encontraba otra vez sola, solo abrazada por la espesura de una oscura noche, interrumpida por los relámpagos que danzaban en medio de la tormenta y la luz de aquel viejo reloj, que marcaba ya las 4 AM.<br /><br />-Ya es hora de que vuelva a casa -pensó Paula, quitándose lágrimas rezagadas con el puño de un viejo pijama de Pablo, el cual utilizaba como sustituto de aquella pareja ausente, y que tanta paz le daba durante las duras noches que de aquel gélido mes de Julio.<br /><br />Pablo siempre volvía tarde, a pesar de las continuas promesas incumplidas de cambiar sus obligaciones para estar más tiempo en casa, y más aún en esas noches, donde las calles solitarias eran testigos de su vertiginoso deambular por la ciudad.<br /><br />-Me da miedo que conduzcas tan tarde y tan rápido -se repetía constantemente, como si el eco de sus pensamientos la fueran a abstraer de aquella noche que, otra vez, la encontraba sola.<br /><br />-Siempre me dices que sabes lo que haces, y sabes que yo confío en ti -replicó -solo me gustaría que estuvieras aquí.<br /><br />Sus pensamientos acariciaron los rincones de cada habitación dentro de ese vacío recinto; fotografías, cuadros, libros, recortes y un balcón, como desgarrador llamado que pugnaba por ser escuchado, y que pedía con ansias mantener aquellos ojos abiertos esperando un retorno que parecía no llegar jamás, sin embargo, tampoco parecían hacer caso a esas suplicas, y nuevamente, volvían a cerrarse.<br /><br />Silencio…<br /><br />El reloj marcaba ya las 5 AM cuando la pesadilla volvió a imponerse sobre Paula; los chirridos emanaban cual herida abierta de cada una de las cuatro paredes que la rodeaban. Ni siquiera la tormenta tenía el ímpetu suficiente para ser escuchada esta vez, y aquel viejo papel entintado, sucio y vacío, parecía tener algún mensaje para dar.<br /><br />Su corazón se aceleró, y en el pequeño espacio que existe entre la vigilia y el sueño, logró dilucidar un sonido que pareció diferente. Era la puerta, reconoció el inconfundible sonido del robusto llavero que Pablo llevaba siempre consigo. Finalmente, él había llegado a casa.<br /><br />-Él es predecible –pensó -siempre realizaba aquel viejo ritual cuando llegaba, parecían horas hasta que finalmente se acostara a mi lado.<br /><br />Identificó el sonido de la puerta mientras se cerraba, utilizando aquel viejo pasador interior, que solo daba seguridad a quien no quisiera pensar en lo contrario. Revisó las ventanas, que estuvieran bien cerradas y no dejaran colarse ni el frío ni la lluvia.<br /><br />Camino despacio por aquel viejo apartamento en penumbras, pateando cuanto objeto hubiera quedado desperdigado en ese pequeño campo de batalla -es como si tu silencio hiciera más ruido -se repitió mientras sonreía y conteniendo el aliento que más tarde arrojaría sobre su nuca.<br /><br />Escuchó la heladera -él siempre se detenía por un vaso de jugo antes de llegar a la habitación -esta vez acompañado por el sonido de su ropa mojada mientras golpeaba el piso.<br /><br />-Predecible -y volvió a sonreír.<br /><br />Con cada uno de sus pasos, ni los nefastos sonidos, ni tampoco los empapados recortes, parecían tener la valentía suficiente para enfrentarlo.<br /><br />Finalmente, Pablo se acostó. Sin mediar palabra, se acurruco a su lado mientras Paula lo abrazaba suavemente para quitarle los retoños del temible invierno que no eran bienvenidos en su hogar. La tormenta parecía ceder ahora, y fue despedida con un dulce beso que llamaba temerosamente al alba.<br /><br />-Ya es hora de que vuelvas a casa -dijo Paula suavemente en su oído, mientras una tímida lágrima se dibujaba lentamente sobre su mejilla, para luego caer en aquella cama vacía, solo habitada por ella en un viejo piyama que permitía recordar el calor de aquel cuerpo que hacía tanto se había marchado.<br /><br />La tormenta se alejaba ya, y el silencio de ese lúgubre lugar, que alguna vez fuera llamado hogar, se vio perpetrado por un llanto desconsolado, triste y apagado, que fue decorando fotografías, cuadros, libros, recortes y un balcón…<br /><br />-Recortes, aún no se para que he guardado todavía esos recortes -pensó sollozando.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">-Él era predecible, predecible hasta que no lo fuiste más -cerró sus ojos y volvió a dormir.</span></div>
Eduardohttp://www.blogger.com/profile/07268834109358075236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5560350025576179291.post-50626601992645798022012-04-03T23:31:00.007-07:002012-04-09T09:42:19.293-07:00Flores en el camino...<div style="text-align: justify;">
Recuerdo que eran las casi las 7 de la tarde, Martes, yo corría de un lado a otro, para variar. Ese día abandonaba Ciudad Vieja y debía ocupar el tiempo suficiente, previo, a la siguiente obligación del día.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hacía calor... mucho calor, el pretexto justo para hacer una escala obligada por mi casa, bañarme y volver a salir, pero no lo suficientemente extensa para que la pereza me invadiera y me impidiera continuar con el resto de las actividades que debía llevar a cabo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decidí caminar por 18 de Julio, y es necesario aclarar que no es de mi total agrado deambular por dicha avenida... o al menos hasta ese día. Estaba totalmente colmado de gente, como de costumbre, a esa hora en esa parte de la ciudad. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decidí colocarme los auriculares y caminar, escuchando una y otra vez la misma canción... una de mis tantas manías, debo confesar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Recuerdo que entre repetición y repetición, me detuve a prestarle atención a la gente la cual cruzaba en mi camino, me extrañó que no lo hubiera hecho antes. Es interesante lo que puede verse una tarde de jueves marzo...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ojos grandes, abiertos, como los de un niño, caminando tan lento como podía, observando.. solo observando. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A lo largo del camino, las caras de aquellos que me cruzaban solo reflejaban espera, tal vez la espera del bus que los retorne al hogar, la de la buena noticia, o tal vez simplemente la del cambio, esa luz en el horizonte que nos brinda, finalmente, la alegría que el día aún no había entregado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Solo vi 5 personas reír, a carcajadas, me pareció un poco triste.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, algo llamó mi atención duante aquel recorrido. Cerca de la plaza del Entrevero, en mitad de 18 de Julio, un chico se encontraba ansioso, una cuota de nerviosismo lo envolvía pero allí estaba, esperando, y en sus manos, un gran ramo de rosas. Que suerte!, pensé, sin duda alguien recibirá una sorpresa hoy. Esas rosas eran, tal vez, el único colorido que cambiaba el paisaje de aquella ciudad tan acelerada y tan gris.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Llegué a casa finalmente, me bañe, me cambié y volví a salir... la música no dejaba de sonar en el auricular.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando volví a retomar 18 de Julio, algo nuevamente llamó mi atención... eran las rosas, otra vez las mismas rosas, las cuales habían abandonado el centro y se dirigían lentamente hacia el obelisco, pero se encontraban en manos de alguien más: una chica, morocha, muy bonita y con una sonrisa que solo quería escapar de su rostro, a su lado... el mismo muchacho, también con una sonrisa, tal vez mayor que la de ella.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Caminaban despacio, uno muy cerca del otro, ella abrazada a las flores, por supuesto. Parecía que ni el ruido ni la muchedumbre les afectaba, mucho menos el tiempo, que sin lugar a dudas se había detenido para ellos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cualquiera de nosotros podríamos convertirnos en el chico ansioso de las rosas, supongo que otros tantos podríamos ser la chica que camina feliz por 18 de Julio... lo complicado de esta historia, son simplemente las rosas, que al final del día son los que nos roban la sonrisa... </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://2.gvt0.com/vi/-s5xsn4G_1Y/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/-s5xsn4G_1Y&fs=1&source=uds" />
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<div style="text-align: justify;">
<br /></div>Eduardohttp://www.blogger.com/profile/07268834109358075236noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5560350025576179291.post-50472750043403646342012-02-18T13:08:00.000-08:002012-02-18T13:08:59.203-08:00LandscapeDespertar, caminar, respirar. Sentidos torpes, ojos entre abiertos, el cigarro, el mate y el amigo.<br />
<br />
La ducha, el espejo, la mochila y el desgano.<br />
<br />
La lectura, los lentes, las flores y el vaso de coca.<br />
<br />
El silencio, que hermoso silencio.....<br />
<br />
La música, las noticias, el saludo y las respuestas.<br />
<br />
El paseo, los madrugadores, los comerciantes, los buses, el semáforo, el cruce, la plaza.<br />
<br />
Los recuerdos, los deseos, las ilusiones y los objetivos.<br />
<br />
El perfume en la ropa, los abrazos, los reencuentros, las despedidas y la caminata de la noche anterior...<br />
<br />
Divagues repletos de sentimientos, condenados a un hilo conductor tan efímero como las horas que he dejado atrás, pero tan esperanzadoras como las que están por venir. Nunca me atrevería a perder la esperanza, es solo cuestión de barajar las oportunidades. Eduardohttp://www.blogger.com/profile/07268834109358075236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5560350025576179291.post-73412584461122735832012-02-12T07:24:00.000-08:002012-02-12T07:43:59.745-08:00The sound of silence<div style="text-align: justify;">Ecos de silencios, la copa, el vino, la soledad y la noche.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Palabras desnudas, sueños, mar, un faro y una luz que marca el camino.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Finales escritos, caminos difusos, baldosas estrechas. Entre el ruido y la calma, entre el miedo y la paz, entre lo que fui y lo que seré.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El crujir de las maderas, el redoblar de la brisa contra la ventana y esperanzas cobijadas por oscuridad.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Voces apagadas, recuerdos, miradas, sonrisas y una canción...</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde el más profundo de mis olvidos, una voz extinta me susurra al oído ¿me escuchas?</div><div style="text-align: justify;">- Si, te escucho...</div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/8mkp-Of8sZQ?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>Eduardohttp://www.blogger.com/profile/07268834109358075236noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5560350025576179291.post-74819914274301358772012-01-16T20:01:00.000-08:002012-01-16T20:01:25.492-08:00A lo lejos...<div style="text-align: justify;">Al abrir mis ojos en aquella cálida mañana de mayo, sabía que finalmente el día había llegado. La espera había sido larga, pero ni los fatigantes años, los pesados meses e insufribles días, eran si quiera eco en comparación a la agonía de las últimas horas que restaban por venir.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Recuerdo el brillo del sol entrando tímidamente por la ventana de mi habitación, acariciando cuanto objeto se encontraba posado en su camino, recorriendo ese recinto que parecía no dormir jamás, pero inundado por un profundo silencio casi característico de cada mañana. Desde el exterior se hacían cada vez más nítidos los sonidos de los vehículos, las voces y el bullicio de esa ciudad que recién abría sus ojos, invitando a su encuentro una vez más. El aroma de las sábanas, el calor de esas pesadas mantas y el deseo de un baño caliente completaban la danza de sensaciones que daban a mis sentidos un fabuloso despertar.<br />
</div><div style="text-align: justify;">El reloj comenzó a sonar, y el último vestigio de mis más hermosas fantasías oníricas finalmente desapareció de mi memoria, una jornada extensa aguardaba y no tenía interés alguno en hacerla esperar. El anhelado momento estaba cada vez más cerca.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Cada uno de los tortuosos segundos que se sucedieron fueron desapareciendo ante el hermoso recorrido que propiciaban mis recuerdos, llevándome inclusive a mi infancia, en aquella tarde de sábado donde te vi por primera vez, siendo uno de mis primeros recuerdos de niño, donde te contemplé sin emitir sonido alguno. Mis inocentes ojos se vieron maravillados al verte, mientras una emoción incontrolable se iba apoderando de mí, demostrándome que hasta la música misma parecía cobrar vida en tu presencia.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Los años, como las horas de aquel martes de mayo en dónde transcurre mi historia, develaban solo noches en vela que pasé observándote en silencio, disfrutándote sin necesidad de mediar palabras, sintiendo, viviendo y reinventando las emociones de las que me invitaste a formar parte.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Mucho tiempo transcurrió entre cada uno de nuestros encuentros donde solamente la memoria era suficiente para subsanar la falta; un sonido, una imagen y un recuerdo se vivían con emoción y alegría, así como aquella primera vez, con el tinte de ser siempre una nueva primera vez.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Las horas se redujeron a minutos y un sentimiento agridulce inundó mi pecho, nuestro próximo y tan esperado encuentro sería, sin lugar a dudas, el último. Sin llegar a conocer los acontecimientos que decorarían nuestra noche, mi cabeza no pudo dejar de reparar hasta en el más pequeño detalle. Finalmente mis pasos me llevaron hasta esa habitación, la cual estaba a punto de brindarme el más hermoso de los espectáculos, donde solo pude dejarme llevar.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Ahí me encontraba, sentado, esperándote en silencio y con los mismos ojos con los que te vi aquella primera vez, dónde costaba diferenciar al adulto del niño, a las puertas de ese mundo maravilloso que nuevamente, y por última vez, me invitaba a soñar.<br />
</div><div style="text-align: justify;">El reloj marcó las 22 y la habitación comenzó a oscurecerse a la vez que el bullicio desaparecía, como si la luz y el sonido te estuvieran recibiendo con una reverencia, donde tímidamente te di la bienvenida con una sonrisa. En ese momento, y durante las horas que compartimos, el mundo pareció detenerse y éramos solo tú y yo.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Como aquella primera vez, volví a contemplarte renovada, embellecida y sin poder expresarte ni una sola palabra, sin necesidad de generar una sola distracción que pudiera quitarme la incontrolable fascinación que me inundaba el pecho. No eran ni siquiera necesarias las palabras, mis ojos podrían haberte gritado por sí mismos.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Hubiera deseado que esos últimos minutos duraran para siempre, pero la hora de partir se acercaba y era el momento de decirnos adiós. Tal vez ni el más dulce de los sonetos te hubiera hecho la más mínima justicia en ese difícil momento, donde incontables pinceladas de felicidad y alegría intentaban esclarecer la oscuridad de mi alma, al igual que la de esa sala, que ahora se disponía a despedirte.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Recuerdo ponerme de pie con los ojos llenos de lágrimas, sonriendo, y aún sin decir una palabra, agradeciendo que el círculo finalmente estuviera completo y que el camino finalmente llegara a su fin.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Podría implorar ahora, tantos años después, que no te hubieras apartado jamás de mi vida, pero feliz de lo que compartimos y de que lo hicieras en el momento correcto. A veces deseamos que algo sea para siempre sin notar que todo tiene un principio y un final, olvidándonos de disfrutar lo que ocurre entre esos dos puntos, sin la capacidad de reconocer que lo ahí transcurrido era la historia que se deseaba contar, justa y perfecta.<br />
</div><div style="text-align: justify;">Lento fue el camino de regreso a casa, con la alegría de haber formado parte de esa historia que una y otra vez volvía a revivir en mi cabeza, donde un principio y un fin lograron enmarcar un largo viaje que fue, en pocas palabras, simplemente perfecto.</div>Eduardohttp://www.blogger.com/profile/07268834109358075236noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5560350025576179291.post-64193866570815291022012-01-09T12:10:00.000-08:002012-02-12T08:06:04.033-08:00Amigo...<div style="text-align: justify;">Cuantos días han pasado desde la última vez que escuché tu voz, desde la última vez que charlamos, desde la última vez en las que tus palabras cobijaron las mías.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuantos recuerdos supiste teñir de cálidos colores, cuantas veces supiste quebrar el silencio con las palabras adecuadas, cuantas veces supiste demostrarme que solo el silencio era lo adecuado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuanto silencio…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuantos momentos son los que hoy siento como tuyos, y por dicha del destino terminaron simplemente siendo míos, cuantas palabras se han escurrido a través de las frágiles manos del tiempo, cuantos abrazos te ganaste y, al final, terminé conservando.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuanto agradezco los momentos en que estuviste presente, cuanto agradezco cada llamada, cada visita y cada encuentro, cuanto lamento no haber brindado todo aquello que, por derecho, era tuyo.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuanto tiempo te he debido estas palabras, cuantas veces te he debido simplemente las gracias.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuantas días te he dedicado una sonrisa, cuantos otros te has adueñado de mis recuerdos, cuantas vigilias han transcurrido en tu compañía, cuantas mañanas he deseado que nunca hubieras partido.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuantas veces he observado con nostalgia cada una de tus fotos, cuantas otras he vuelto a rememorar las atesoradas experiencias vividas.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuantos proyectos supimos construir, cuantas noches en vilo supimos compartir, cuantos amaneceres supimos disfrutar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuantas ocasiones han brillado con tu presencia. Cuantas sonrisas, cuantos abrazos y cuantos reencuentros han llevado tu nombre.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuantas enseñanzas nos has dejado, cuanto otras nos seguís brindando hasta el día de hoy.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuanto de nuestro presente hemos relegado por un pasado, el cual supiste compartirlo con nosotros. Cuanto futuro estará acompañado por tu luz, por tu calor.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuantas despedidas hemos presenciado en tu nombre, cuantas veces te hemos dedicado todo, excepto un adiós.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuantas veces demostraste que, simplemente, nunca te fuiste…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Cuanto silencio… cuanta compañía…</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfgjnaaW27UkZ7vGZtSaPLjiWcvXBo1eU8xIn9IzOGlU6hHOF4OTBsThZMun4LumU5jVB9Wmw4Z8jnSzmn_oxd62O_-p0eXfDQuUS3dy8Cc41-h8sf96O3MIA5cK4oCU0az3mi7Vdy0F0A/s1600/rafa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfgjnaaW27UkZ7vGZtSaPLjiWcvXBo1eU8xIn9IzOGlU6hHOF4OTBsThZMun4LumU5jVB9Wmw4Z8jnSzmn_oxd62O_-p0eXfDQuUS3dy8Cc41-h8sf96O3MIA5cK4oCU0az3mi7Vdy0F0A/s320/rafa.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div>Eduardohttp://www.blogger.com/profile/07268834109358075236noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5560350025576179291.post-8121327862341439212011-12-31T08:55:00.000-08:002012-04-09T09:43:04.444-07:00Antes del Fin...<div style="text-align: justify;">
Antes del fin... quisiera expresar algunas palabras, secretos a voces que, tal vez para muchos, permanecieron en penumbras durante largo tiempo, esperando el momento oportuno para vencer las cadenas y dejar atrás los rótulos que las mantuvieron cautivas. Palabras que dejaron de ser mías por elección, tal vez por miedo, tal vez por vergüenza. Palabras que no fueron más que retoños de sentimientos que preferí ocultar, también por elección, tal vez por las mismas razones.<br />
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Antes del fin... tal vez sea bueno volver al origen, y si de origen hablamos, nada más acertado que el retorno a ésta oscura habitación, lugar que se mantiene inmaculado a pesar del avasallante paso del tiempo, lugar que invita siempre a la reflexión y al encuentro, que tanto pánico me genera. Lugar que ha cambiado mucho y a su vez tan poco, siempre dispuesto a recibirme cuando más lo necesité; que siempre me cobijó y me sacó a flote, que me vio crecer y que me vio morir, para luego verme, nuevamente, nacer.<br />
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Al borde del abismo, con el arribo del nuevo año, solo puedo mirar hacia atrás y tratar de aprender y aprehender de aquellas cosas por las cuales he transitado. No ha sido un año fácil, cargado de matices que me han permitido observar, y observarme, descubrir y descubrirme, juzgarme, golpearme y hacerme reír otra vez. <br />
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Hoy debo agradecer por los cambios, los viejos escenarios que uno deja atrás y los nuevos desafíos, que siempre terminan quitándole a uno el aliento.<br />
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Por las metas, los objetivos alcanzados e inclusive aquellos que nunca pudieron ser, pero que propiciaron el cambio.<br />
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Por los ladrillos sobre la espalda y por la brisa de la noche que te golpea la cara mientras el resto de la ciudad parece dormir. <br />
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Por los amigos, las sonrisas, los consejos, los abrazos, los te quiero y las charlas al fondo del bar.<br />
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Por los que se fueron, que siguen acompañando.<br />
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Por los almuerzos en la rambla... por un faro, por un amigo.<br />
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Por la familia... por mi sobrino.<br />
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Por los hobbies que se volvieron pasión, por los que dejaron de serlo.<br />
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Por las noches en velo, por los ríos de tinta que corrieron en ellas.<br />
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Por el reencuentro conmigo, por lo que cuesta.<br />
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Por los errores, los notorios y los que nadie puede ver.<br />
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Por los grises, las charlas de Martes en la tarde y los claros amaneceres de miércoles.<br />
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Por quienes los notan y nos lo hacen saber... por quienes me retan por no lograrlo, por quienes me motivan a seguirlo intentando.<br />
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Por el tiempo: el tiempo que uno disfruta, el que se marchita y el que se desaprovecha.. porque es el único activo que jamas se recupera.<br />
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Por la auto crítica, siempre en construcción.<br />
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Por el optimismo desmedido, y la pena implícita de cada fracaso.<br />
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Por los miedos que enseñan a ver, por las alegrías que permiten disfrutar, por el mosaico.<br />
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Por intentarlo, por caer y por volver a levantarse.<br />
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Por las máscaras que se desprenden, los nombres que se recuperan y por las fases que uno va dejando atrás.<br />
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Por una rosa blanca.... <br />
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Por quienes me quitaron la sonrisa, y por quienes, simplemente, me la robaron. <br />
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Por las cosas que nunca cambian, y por aquellas que sí lo hacen.<br />
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Por la esperanza.. y por los nervios en la panza<br />
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Por una calle en Punta del Diablo... <br />
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Por el futuro que invita, por el pasado que enseña...<br />
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Por las charlas... y por los silencios que nunca fueron incómodos.<br />
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Por las lágrimas.. las de alegría y las que no lo fueron tanto.<br />
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Por quien me esta leyendo, por quien no lo hace y quien no lo hará jamás.<br />
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Por vos, que me enseñaste a salir de la más inhóspita soledad del anonimato<br />
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Por todos.. no tengo nada más para regalar que una sonrisa, la alegría y las gracias, siempre las gracias. Si hay algo que me han enseñado, siempre, es pedir perdón y a dar las gracias, sin dejar de tener presente que no he sido el mejor de los alumnos para llevar a cabo esta dura tarea, pero si hay algo en que puedo regocijarme, es que al menos lo intenté, y lo seguiré intentando.<br />
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"De aquí en adelante, lo pasado es prólogo, siendo mi vida entera, hasta éste minuto, el primer capitulo de aquello que esta por venir..." dijo un ya lejano Fabian, que hoy me brinda el cálido abrazo que acarrea la nostalgia implícita de toda despedida. A vos solo me resta darte las gracias, y como siempre... nos vemos a la vuelta.<br />
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Feliz año! ... y que el próximo nos encuentre aún más unidos.<br />
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